Para llegar a un lugar determinado o alcanzar un objetivo, es necesario saber dónde y cómo nos encontramos. Solo así, podremos trazar el camino hacia lo deseado: nuestro Damasco personal.
En el camino, pueden surgir momentos de duda y dificultad; porque la vida es así, misteriosa y sorprendente. Pero, siempre con un propósito: volver la mirada hacia lo verdaderamente importante y cumplir el propósito de nuestra vida.